La emoción de mi vida
encuéntrala en tu alma,
Diosa danzante de la antigüedad,
en la que aún existían
los sueños y la divinidad.
Divinidad del amor,
que rojo sangre es;
La inmortalidad está en el Amor,
que no da tinieblas sino luz.
Con una rosa negra,
que roja sangre era,
desde mi corazón oscuro
mi deseo se manifiesta:
Que el Señor de amor
esté en tu corazón.
Que aunque no es un adiós por siempre,
la inmortalidad en tí viva
donde quiera te encuentres,
luminosa bailarina.
Así he de reconocer
entre la neblina,
en tu faz una sonrisa
cuando te vuelva a ver.
AL
1 comentario:
Hola Angela!
Muchas gracias por haberme dedicado un post de tu blog para hablar de mis trabajos, me siento realmente halagado y en absoluto me molesta.
Por cierto veo que escribes cosas con mucha sensibilidad, mi enhorabuena por tus escritos, tienen mucho sentimiento. ;)
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