25 de marzo de 2009

ALGo acerca de LUCifEr

Capitulo III....Luz y oscuridad.



No puede haber una comprensión real de los seres celestiales sin abordar el tema de los ángeles caídos. Hay opiniones diferentes en cuanto a lo que pudo ocurrir en el pasado para que algunos ángeles cayeran, pero lo indiscutible es la persistencia con la que esta idea ha surgido en casi todos los sistemas de creencias del planeta.El cristianismo y el judaísmo tienen a Satanás, a Lucifer y, según las diversas sectas, un sinnúmero de ángeles caídos. El Islam tiene su Eblis o Shaytan, como se le llama a veces, obvio equivalente de Satanás. Lucifer, dice una tradición, era uno de los siete grandes arcángeles de nuestro sistema solar, que actuaba como custodio del planeta Venus. Dios pidió un voluntario, entre sus principales ángeles, que estuviera dispuesto a descender a la tierra para fortalecer la resolución espiritual de la humanidad mediante una tentación constante.Lucifer se ofreció para la tarea.

A pesar de sus amorosas intenciones, con el correr de los siglos nuestra mente fue identificando poco a poco a Lucifer con el demonio, en vez de verlo como un aspecto de Dios que nos ayuda a crecer. El demonio me llevó a hacerlo es una excusa tentadora para justificar cualquier cosa, nos hemos dejado cegar por ella, al punto de retratar a Lucifer como fuente de todo lo que consideramos maligno en el mundo.Una de las tareas celestiales de Lucifer, cuyo nombre mismo significa dador de Luz o portador de Luz;, es enseñarnos el necesario lado oscuro de la vida. Lucifer es la sombra que revela la Luz por contraste.En muchos sentidos no podemos ver la verdadera luz sino después de experimentar la oscuridad. Tendemos a no valorar hasta que no lo perdemos y volvemos a recuperarlo mediante nuestro propio esfuerzo. La parábola del hijo pródigo señala esta peculiaridad de la naturaleza humana. Esta interdependencia de luz y oscuridad, de alegría y pesar, de bien y mal, así como todos los opuestos de nuestro dual sistema de realidad, cede a la comprensión de que, dentro de un contexto mas amplio, Cristo y Lucifer son, si no exactamente complementarios, miembros de uanos contemporáneos comienzan a abandonar el concepto de que existe un verdadero demonio. Reconocen, una vez mas, que solo hay una fuerza omnipotente en el universo.

Tal como lo escribió el poeta y filósofo William Blake, El mal es solo la privación del bien, y cuando el alma emerge de esa ilusión de mal, Lucifer retoma su puesto original entre los grandes arcángeles de Dios..

Texto Extraído de una publicación por JISA5935 para Planeta Oculto.com

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