17 de marzo de 2008

Feminado

Tanta belleza afemina el alma,
diluye el cielo sobre el cerebro.
Tanto espacio sin viento
disuelve el tierno miedo;
miedo al sueño eterno.

Estruendosos vientos al alma
llegan torcidos con engaño.
Ruidos aquí, allá,
calmados,
dormidos.
Música que atavía el sopor,
alivia el sonido enfermado de amor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario